Tras un descanso, recuperó la memoria

Luego de seis partidos de sinsabores, Guaraní se hizo fuerte en la parada más importante. Dio vuelta el juego frente al líder Chaco For Ever y se impuso 2-1 para volver a sacar chapa

Fue como un trago de agua fría para paliar tanto calor. Una brisa fresca para aliviar las penas y volver a creer.

Guaraní venció anoche a Chaco For Ever 2-1, como local, y se volvió a meter en la pelea por la clasificación en el torneo Argentino B de fútbol.
Tras la inesperada apertura de Girón para el elenco chaqueño, la Franja dio vuelta la historia con goles de Argañaraz y Juárez, bajó al puntero de la zona y se reencontró con la victoria después de seis partidos, y ahora es único escolta de su vencido.

En su primera presentación en Villa Sarita, Teglia paró en cancha un novedoso y vertiginoso 4-3-2-1, con Barinaga y Argañaraz como conductores y Pájaro Juárez como única referencia aérea.
Y la idea de salir jugando a ras del piso estuvo bien concebida desde el principio, aunque ni Kopp ni García Chamut se soltaron demasiado por las bandas y entonces el embudo agresivo franjeado terminó muriendo en los pies de los centrales.

For Ever, pese a ser visitante y tomar los recaudos del caso, demostró argumentos de por qué está en la punta de la zona 6, y con la movilidad de Girón arriba y el buen acompañamiento de Cortés y Galarza expuso sus virtudes ofensivas ante una defensa novicia que contó con el debut -auspicioso- de Salvatierra en la zaga central.

Sin tener tanto la pelota, pero capitalizando al máximo los espacios que dejó el fondo local, la visita avisó con un remate de Cortés que se fue apenas desviado, pero a los 15’, en su segunda incursión al arco de Ponzio, Girón apareció en el momento justo en el lugar oportuno y, tras una serie de rebotes dentro del área, sacó un derechazo bajo que se desvió en Acuña, descolocó al uno misionero y se convirtió en la apertura. Afortunadamente para su propia tranquilidad, Guaraní ni siquiera sintió el impacto del gol, ya que 30 segundos más tarde encontró la paridad en los pies de Argañaraz tras gran maniobra previa de Barinaga.

El propio mediocampista devenido en mediapunta, que aunque se mostró decidido por momentos abusó de la individual, tuvo la chance de revertir la historia a los 29’, pero Padua hizo la de Dios mano a mano y le ahogó lo que era el 2-1.

Fortificado desde lo anímico, el dueño de casa empezó a inclinar la cancha también desde lo futbolístico, sobre todo en el comienzo del segundo tiempo. Gamarra copó el medio, la defensa mordió como si fuera una final y, lo que no podía faltar, Juárez se mostró su inefable olfato goleador cuando se le presentó la oportunidad de facturar.

Y la misma llegó a los 10’, cuando la pelota viajó de izquierda a derecha luego de una excelente combinación entre Kopp y Barinaga y derivó en el Pájaro, quien desde el borde del área grande sacó un latigazo esquinado, bien abajo, que hizo estéril el vuelo de Padua para empezar a poner las cosas en su lugar.

Después de eso, mientras a Guaraní se le empezaban a presentar espacios para definirlo, Ariel Medina, DT forevista, decidió quemar naves y refrescar el ataque con nuevas piezas.
Pero la defensa franjeada no mostró grietas, los relevos no fallaron en los cruces y nadie paró de correr hasta el pitazo final. Como debe ser.
Guaraní le puso fin a una ronda sin victorias, bajó al líder y vuelve a encontrar motivos para entusiasmarse.

Fuente: elterritorio