Ese fantasma llamado promoción se acerca

Guaraní está a tres puntos de la zona caliente en los promedios y lo peor es que la reacción no llega. Hubo un lavado de cabeza de la dirigencia hacia los jugadores

Se encendió con más fuerza la luz amarilla en Guaraní. Pasó una fecha más, el equipo volvió a perder -lleva nueve sin triunfos- y ahora el fantasma de la promoción comenzó a merodear. Como agregado, esta fecha no es una más a raíz de que la Franja tendrá libre y los rivales directos para eludir esa ubicación en los promedios pueden sumar, lo que alteraría la ubicación del equipo misionero en los promedios generales.

Que las cosas no están bien en Guaraní desde lo futbolístico no es novedad. Jugadores que bajaron el nivel, incorporaciones que hasta el momento no se comportaron a la altura de las circunstancias y un sinfín de preguntas que por el momento no se pueden responder. ¿Es momento de que se vayan todos o de pensar en que hay que salir de esta situación, y una vez concluido el objetivo ver dónde el equipo está parado? Esta última premisa se les cruza por la cabeza al presidente César Decamilli y compañía.

El lunes último hubo una reunión con el plantel para apuntalar las cosas. Fue un lavado de cabeza, ocasión en que se le explicó a los jugadores que la única forma de salir de este momento es redoblar el esfuerzo. ¿Y los jugadores? Están caídos anímicamente y este escenario no es el mejor para lo que viene.

El gerenciador Roberto Enríquez sabe que la mano viene más complicada de lo que se imaginaba. Hace unas semanas estaba molesto con los jugadores pero… ¿sabía en qué condiciones llegaron los nuevos? Parece que algunas cuestiones puntuales no llegan a oído de Enríquez, quien deslinda responsabilidades en el coordinador Osvaldo Gutiérrez, su hombre de confianza.

Precisamente este último sigue firme en su función a pesar de los cuestionamientos de dirigentes de segunda línea de la comisión franjeada y de que hace tres semanas habría amenazado irse. Es más, cuentan que el coordinador renovó el vínculo con la gerenciadora hasta 2015.

Con este contexto, se sabe entonces por dónde pasan las decisiones. A última hora del lunes hubo una reunión entre el propio Gutiérrez y Decamilli, donde en primer momento se rumoreó que habrían decisiones fuertes, aunque con el correr de las horas el mismo se diluyó.

La cabeza de todos pasa por salir cuanto antes de esta situación. Pero el gran problema es que el nivel del equipo no alimenta las expectativas de que todo se solucionará para bien en lo inmediato. Hoy por hoy todas las miradas apuntan a los jugadores. Hay un deseo de que el público acompañe y no se agarre con el plantel apenas empezado el partido. Pero algo está claro: no son idénticas las responsabilidades, por ejemplo, de Leonardo Acosta que las de Agustín Alvez.

Una vez que pase esta fecha, estarán en juego los últimos 12 puntos. Guaraní recibirá a Sportivo Patria, visitará a Atlético Paraná, otra vez será local ante Colegiales y bajará la persiana en Resistencia, frente a Chaco For Ever. Hoy por hoy, el equipo está penúltimo en la zona 6 y a tres puntos de la promoción en la tabla general de promedios. La espera será tensa y mantendrá en vilo a todos durante un mes.

A todo esto aparecen aspirantes a la dirección técnica. Días atrás El Territorio distinguió a Alejandro Ormos (ex delantero franjeado) en la capital provincial y éste se habría reunido con el coordinador Gutiérrez. También se mencionó que en su momento se invitó a Arsenio Ribecca a observar un partido del equipo.

Otra vez son horas decisivas en Guaraní. Esta vez hay un fantasma que merodea llamado promoción.