Brown ganaba 1-0 desde el primer tiempo y Guaraní no sabía cómo
vulnerarlo, pero Pablo Ostrowski metió dos goles al hilo en el tramo
final para la sufrida victoria del líder de la zona 6
Desahogo, nervios que le dejan lugar a la emoción, al festejo.
Bronca, expectativa transformada en decepción, resignación. Las
sensaciones de Guaraní y Brown cambiaron radicalmente de tono en dos
minutos, los que le llevó a Pablo Ostrowski dar vuelta el marcador en el
tramo final de un partido que a los franjeados se les presentó
desfavorable hasta el minuto 38 del segundo tiempo y que los verdirrojos
aguantaron victoriosos hasta donde le dieron las piernas.
Por la fecha 5º del torneo Argentino B, el equipo de Villa Sarita hizo
de visitante en su estadio y se llevó el triunfo 2-1 para tomar mayor
ventaja en lo más alto de su grupo, mientras que Brown terminó con la
cabeza gacha luego de ir en ventaja desde el cuarto de hora por un tanto
de Julio Cáceres.
En un epílogo incidentado por protestas y dedicatorias, ambos terminaron con diez jugadores.
Guaraní volverá a jugar en casa, esta vez como local, el fin de semana,
cuando reciba a Textil Mandiyú, en tanto que Brown viajará a Formosa
para enfrentar a San Martín.
Sorpresa inicial
Morder, cortar, no complicarse. Ese fue el libreto de Brown y le salió
bien. Se abroqueló cerca del arco de Horacio Galeano para no dejarle
espacios a Guaraní en el último cuarto del campo y arriba peleó con los
batalladores Cáceres y Matías Suirezs.
La Franja salió a hacerse protagonista sin que por ello se le presentarán oportunidades de desnivelar.
Yegros Tejada y Escobar Fretes fueron absorbidos por los defensores
verdirrojos y, de los mediocampistas externos, fue García Chamut quien
consiguió imponer algunas de sus corridas por la derecha, mientras que a
Cándido Nuño se le tornó difícil encontrar lugar para desenvolverse
ante la presión constante del tándem Kosachek-Romero.
Por eso, los centros, cada vez desde más lejos, fueron la solución que encontró el dueño de casa para llevar peligro.
Y cuando nada relevante había sucedido, Brown ganó un córner sobre la
banda derecha y consiguió el 1-0. Defilippi buscó en el primer palo a
Lino Arce, éste peinó la pelota al sector opuesto y allí apareció el
grandote Cáceres, libre de marcas, para resolver con el pie izquierdo.
El impacto de ese gol tardó en hacerse sentir. Guaraní no quiso
desesperarse y el Verdirrojo trató de seguir como hasta entonces.
Cinco minutos después del tanto de la apertura, los franjeados rondaron
el empate. Nuño centró desde la izquierda, Galeano puñeteó hacia el
medio, Enrique la devolvió al área y el remate de Yegros no prosperó por
la reacción del arquero, abajo.
De a poco el juego se fue volcando al campo del local. Guaraní manejó el balón y obligó a Brown a retrasarse.
Allí empezó a crecer la figura de Defilippi, un león para achicar espacios y complicar la tarea de los volantes franjeados.
Además, a Guaraní le costó generar juego, Enrique no se puso la pilcha
de enlace y los laterales, más aptos para la marca que para la
proyección, aportaron poco, más allá de un lejano de remate de Medrano
sobre la media hora que se fue por arriba del travesaño.
Ir y resistir
Las posturas se acentuaron en la parte final. Guaraní fue, decidido,
obligado, pero sin generar juego asociado ni entrar al área rival con
pelota dominada.
Otra vez, centros y más centros, infinidad de córners que cayeron al
área de Brown y terminaron con cabezazos por sobre el travesaño o
despejados, cada vez de manera más desesperada.
Apenas un zurdazo de Matías Suirezs a la carrera que se fue junto al
palo ofreció el Verdirrojo, que perdió el medio y sólo pudo defender.
La historia parecía sellarse con el 1-0 porque, con algunas apariciones
de Kosachek, los dirigidos por Carlos Suirezs se tomaron un respiro
durante unos minutos.
Pero, en dos minutos, Guaraní se quedó con la gloria que le parecía
esquiva. Primero, sobre los 38’, Ostrowski recibió dentro del área un
envío aéreo, aguantó la marca, peleó y, cayéndose, le dio de media
vuelta, abajo, contra el palo.
Poco después, Kosachek la perdió en el medio (reclamaron infracción),
Yegros desbordó y sirvió el centro para que, de cabeza, otra vez
Ostrowski llevara alivio a los hinchas franjeados.
De ahí en más, todo fue protestas, pelotazos desesperados y un
encontronazo entre el Polaco Franco y el Pelado Enrique que terminó con
ambos expulsados.
Guaraní se llevó un triunfo que lo confirma como líder de la zona 6, con
cuatro puntos de ventaja sobre sus escoltas, aunque este partido volvió
a ratificar que sigue sin resolver el trámite cuando el rival va a
Villa Sarita y se cierra atrás.
Para Brown, el desarrollo del juego le mostró que está mejorando, pero la derrota lo dejó solo en el fondo de la tabla.
“Este es el día que soñé toda mi vida, sólo quería que llegue”
Cuando se mira con
recelo a los de afuera por “no sentir la camiseta”, los goles de Pablo
Ostrowski en la tarde-noche de ayer les dan la razón a los que piden a
“los pibes del club”, y el delantero, emocionado, le devolvió, sin
cassette, la pared a la popular.
“El día que soñé toda mi vida era este”, dijo el delantero luego de
concretar sus dos primeros goles con la camiseta de Guaraní, nada menos
que para dar vuelta un partido extremadamente difícil.
“Después del gol, ellos (los jugadores de Brown) se tiraron un poco
atrás, los dos 5 de ellos se tiraron para defender más que para otra
cosa y por eso se complicó”, analizó del trámite.
Más allá de la importancia de anotar y de mostrarse como alternativa
válida, Ostrowski, quien volvió al club para esta temporada, señaló:
“Gracias a Dios estaba yo para convertir pero al que le tocara estar ahí
iba a convertir, tuve la fortuna de hacerlo yo”.
Y, al borde de las lágrimas, explicó el fornido centrodelantero sus sensaciones.
“Desde los infantiles estoy acá, jugando para Guaraní. Si bien pude
hacer goles en Reserva, el día que soñé toda mi vida era este y lo único
que quería era que llegara”, confesó.
Y de cara al futuro, Ostrowski, que tiene mucha competencia en su puesto
con Daniel Juárez (volverá ante Mandiyú tras la suspensión), Yegros
Tejada y Escobar Fretes, señaló que se tiene confianza para ganarse un
lugar: “En el banco estaba tranquilo porque sabía que cualquiera de los
que estaba afuera está en condiciones de ser titular. Estos dos goles me
dan más fuerza para seguir luchando”.