Se quedó con gusto a poco Guaraní en la lluviosa noche de Villa Sarita. Aunque pudo haber sido peor, el empate 1-1 ante Chaco For Ever en casa, por la 2ª fecha de uno de los cuadrangulares del Argentino B, le deja abierto el crédito al equipo de Daniel Teglia, que si bien mostró muy poco en el primer tiempo, en el segundo llegó a la paridad a través de Barinaga y estuvo cerca de ganarlo.
El punto en su reducto deja a la Franja en el fondo de las posiciones, es cierto, pero al menos no se cortó For Ever y las chances siguen dependiendo de uno mismo.
Tuvo que remar desde atrás
Antes de los 10 minutos iniciales de partido a For Ever ya se le presentó el escenario ideal. Ganaba 1-0 gracias al gol de Miguel Benítez tras gran jugada previa de Vallejos, se agrupaba en el fondo y le sacaba todas las llaves de la creación al dueño de casa.
Aunque se refugió exageradamente cerca de su propio arquero, el conjunto visitante leyó el partido perfecto.
No le dio espacios a Barinaga, obligó a que el local lateralice en cada intento y dejó a sus hombres más veloces mano a mano con Ramos y Medrano. Y teniendo en cuenta el césped mojado, la apuesta fue arriesgada pero interesante.
Guaraní, en tanto, se expuso demasiado en el fondo con mucho partido por delante.
Con aciertos y errores Gamarra empezó a empujar desde el medio, pero la liviandad de Argañaraz y Bruno por las bandas privó a la Franja de esa cuota necesaria de claridad para arrimar peligro por abajo.
Por eso, además de la propia lluvia que no daba descanso, con el correr de los minutos empezaron a llover también los centros aéreos para un Juárez fuera de sintonía.
Así y todo, el trámite fue claramente favorable al anfitrión, aunque a For Ever no le desagradaba seguir en esa tónica conservadora que tan buenos réditos estaba ofreciendo.
Después de un primer tiempo que desgastó físicamente, el complemento se resolvería por alguna maniobra individual de algún iluminado o por la frescura mental del más capacitado.
El Albo, tranquilo como estaba, mantuvo la tesitura de la parte inicial y se replegó en el fondo, consciente de que Guaraní se haría cada vez más previsible.
Bruno mostró algo de su técnica en el círculo central, pero cuando empezaban a multiplicarse las marcas caía en desgracia.
La sociedad Juárez-Barinaga no se encontró una sola vez en 90 minutos y entonces había que encontrar variantes desde el banco. De nombres y, por qué no también, de dibujo. Y la primera muestra de cambio no tardó en llegar.
A los 12’ entró en escena Martín Escobar Fretes por Ramos en un cambio arriesgado como necesario, y sobre los 22’, el paraguayo la peleó con un rival, ganó y tocó de cabeza para Cristian Barinaga, quien entrando por el sector derecho definió abajo para el merecido 1-1.
El muro chaqueño que parecía indestructible comenzó a venirse abajo no sólo con el gol del empate, sino con la inmediata expulsión de Gómez.
En la mejor combinación colectiva del partido, Barinaga se perdió en la boca del arco lo que era el triunfo a los 33’.
Después fue ir por el empuje de la gente, por las obligaciones y por la chapa que sacó en la fase previa. Pero no alcanzó. El fútbol estuvo ausente y lo único positivo fue no terminar con las manos vacías.
For Ever, que había perdido las dos veces que jugó esta temporada en el Clemente Fernández de Oliveira en la fase regular, se retiró conforme de Posadas, sabiendo que llegará a Chaco con la punta en soledad.
En Villa Sarita, obviamente, quedará el malestar por estos dos puntos perdidos, porque en la previa al inicio del cuadrangular todos los protagonistas hablaban de la importancia de hacerse fuerte en casa, y estas unidades que se escaparon anoche ahora habrá que buscarlas afuera.